Viajando a la velocidad de la luz
Por revista Potencial Humano
Durante muchos años de investigaciones y estudios, Jim Woodwards, un profesor experto en física de la California State University en Fullerton, junto a un grupo de científicos, comenzaron a desarrollar en 2017 la Fase I de una idea que podría parecer casi imposible. Su proyecto consiste en crear un nuevo propulsor con características mejoradas y llevadas al límite, mismo que será implementado en naves espaciales con el fin de lograr realizar viajes a sistemas estelares vecinos, viajando a ellos a la velocidad de la luz.
Este proyecto fue nombrado Mach-effect Gravitational Assist (MEGA, por sus siglas en inglés), y promete ser un sistema de propulsión basado únicamente en una fuente de electricidad, sin necesidad de usar combustible de tipo combustión pesado (combustible utilizado para plantas de energía eléctrica, calderas y hornos).
Pero ¿qué es lo qué Woodward quiere lograr? El objetivo principal de esta idea es lograr un aceleramiento lento durante un periodo de tiempo muy largo. Según los resultados obtenidos hasta el momento, una nave espacial que ocupa un motor MEGA, podría alcanzar velocidades iguales a la de la luz; esto podría ser posible con la ayuda de un reactor nuclear a bordo que suministre energía eléctrica que dura décadas.
El impulso MEGA está basado en el Principio de Mach, nombre que recibió por el físico Albert Einstein, quien en sus estudios afirmaba que, la inercia está relacionada con los efectos gravitacionales distantes, es decir, que el tiempo transcurre a diferentes ritmos depen- diendo la región. Einstein también explicaba que a medida que cambia la energía de un objeto, el espacio y el tiempo también cambian a su alrededor. Esto es resultado de una interpretación muy controvertida del famoso principio de equivalencia
masa-energía (E = mc²).
En otras palabras, esto quiere decir que, si alguna parte de un objeto (en el caso de la unidad MEGA, partes de pequeños discos piezoeléctricos, es decir que tienen la capacidad de producir una carga eléctrica en respuesta a un esfuerzo mécanico) cambiara simultáneamente su estado de masa y energía, teóricamente podría comenzar a acelerar.
Las investigaciones y trabajos que ha realizado Woodward sobre su unidad MEGA no han sido nada fáciles, pues increíblemente le ha llevado treinta años en desarrollarla y en poder transformar su idea en algo concreto, y para lograrlo, en algún momento recibió fondos del programa Innovative Advanced Concepts de la NASA en 2017. Con el dinero que lograron recaudar Woodward y sus colaboradores, diseñaron una nave espacial conceptual sin tripulación llamada SSI Lambda, una nave de aspecto inusual que alberga una serie de aproximadamente 1,500 unidades MEGA ampliadas. A diferencia de otros proyectos que ha realizado el científico Woodward, la unidad MEGA es la que le dio los resultados más favorables. Ahora bien, ¿qué opina la comunidad científica?
Mike McDonald, ingeniero aeroespacial del Naval Research Laboratory en Maryland, le hizo la observación a Wired, uno de los colaboradores de Woodward, que hay una probabilidad de 1 en 10 y 1 en 10.000.000 de que su idea logre ser real, pero si esa única oportunidad se concreta, sería algo asombroso.
Finalmente Woodward junto a su colaborador Fearn, en próximas fechas planean enviar una demostración del dispositivo a la órbita para ponerlo a prueba y conocer los resultados sobre cómo le va en el espacio.
