Kate Bell

Entrevista por Sergio Bignardi

Estimados lectores, hoy nos complace contar con la presencia de Kate Bell como nuestra invitada. Kate es una destacada experta en el campo de la lingüística aplicada y la evaluación del idioma inglés, con un máster en lingüística de la Universidad de Brown. Desde 2011, ha sido la mente maestra detrás del EF English Proficiency Index, desempeñando su carrera en Education First en diversos lugares, desde Hong Kong hasta París. Su compromiso con la educación y la evaluación lingüística ha quedado demostrado a lo largo de los años.

Actualmente, Kate ocupa el cargo de Jefa de Evaluación en EF, el cual es supervisado directamente por el Standard English Test, una prueba tomada por casi diez mil personas diariamente en todo el mundo. Quisiera compartirles una experiencia reciente: tuve la oportunidad de encontrarme con Kate y este distinguido grupo el pasado 22 de noviembre en el Hotel San Regis, aquí en Ciudad de México, durante la reunión, me sorprendieron algunos datos que compartieron: México descendió del puesto 88 al 89 entre 111 países, perdiendo 40 puntos; además, la brecha de género se ha ampliado, indicando que los hombres tienen un nivel de inglés ligeramente superior al de las mujeres. Estos datos son motivo de preocupación.

Bienvenida a Potencial Humano, ¿cómo te encuentras hoy?

Muy bien, muchas gracias. Es un placer hablar con Potencial Humano.

Quisiera centrarme en México, ya que el fenómeno es notablemente diferente al de otros países de Latinoamérica. Dada la rápida evolución de la tecnología, ¿cómo visualizas la evolución de los métodos de evaluación del idioma inglés en los próximos años?

Claro, al igual que en otras industrias, la inteligencia artificial desempeñará un

papel crucial en la educación y, específicamente, en la evaluación del nivel de inglés y otros idiomas. Actualmente, existen pruebas manuales, como el TOEFL, corregidas por profesores para aquellos que desean emigrar a países de habla inglesa, así que aún no aplicamos inteligencia artificial debido a razones de fiabilidad, pero continuamos realizando pruebas para garantizar su éxito futuro. La ventaja de aplicarla será la reducción de costos, actualmente bastante elevados, alrededor de 200 dólares en promedio. La inteligencia artificial nos permitirá ahorrar en desplazamientos y tiempo, y facilitará pruebas de práctica con correcciones automáticas.

Por el momento, el EFZ es la prueba que recopila estos datos en el EPI y, al ser gratuita, abarca solo competencias receptivas. En 2024, planeamos introducir pruebas de inglés orales y escritas corregidas por inteligencia artificial, ofreciéndolas de manera gratuita para que las personas evalúen sus competencias en inglés. Esto será especialmente interesante, ya que la brecha entre comprensión y producción es notable. Los datos obtenidos serán valiosos.

Hablando de México y contextualizando un poco en Latinoamérica, hay una tendencia positiva en el nivel de inglés en la región, con la mayoría de los países alcanzando un nivel medio superior al de hace diez o doce años. México es una excepción con una tendencia a la baja, junto con India y Japón. La situación en México es particularmente intrigante y merece un análisis más profundo.

Puedo pensar que para los mexicanos podría resultar, hasta cierto punto, lógico, y creo que está relacionado con las políticas públicas de educación, ya que el gobierno no le ha dado la importancia suficiente al inglés. Quisiéramos ser como Singapur o Austria, pero la realidad es que estamos muy lejos de poder lograrlo. Ahora quiero preguntarte, ¿qué historia cuentan los números detrás de este índice de competencia y cómo pueden los países usar estos datos para mejorar?

Este informe base aún no es muy detallado; no identificará cuáles son los problemas específicos de un país ni contamos con datos sobre sus políticas. Nos servirá para obtener un benchmark del nivel de inglés y su evolución. Contar con bastantes datos nos permitirá crear niveles por grupo de edad, por género, por estado, etc., y, por consiguiente, nos permitirá evaluar mejor. Hoy vemos en México esta disminución de nivel principalmente en los jóvenes, así que podríamos decir que la mayor disminución viene del sector escolar. Podríamos deducir que la escuela influye directamente, pero aún así, no podemos ver claramente ni entender todo lo que pasa en cada país porque lo que vemos son únicamente datos del nivel de inglés. Tenemos que seguir buscando más datos para poder comparar países vecinos. Podemos también utilizar el EFZ dentro de las escuelas y universidades para modificar los procedimientos y la manera de realizarlos dentro de ellas y, en un lapso de dos años, volver a realizar la prueba para ver la evolución y qué tanto cambió. Esta prueba, al estar estandarizada y ser gratuita, es bastante accesible para realizar este trabajo a nivel más local. Es una herramienta que puede servir para quienes quieren más detalles sobre lo que pasa en el sitio en donde se desenvuelven.

Excelente, y veo que tiene una representatividad muy importante, porque hablas de más de dos millones de personas. Por otro lado, afortunadamente, podemos decir que ya salimos de la pandemia, pero quiero preguntarte, ¿durante ese periodo crees que el inglés participó de alguna forma como una herramienta de resiliencia y recuperación?

Creo que impactó más en los profesionistas, porque hubo acceso a mundos laborales fuera de su país, entonces les abrió las puertas a quienes incluso se quedaron sin trabajo. Estoy segura de que depende de la situación particular de cada país, pero en los países en donde había cierres muy largos, en donde la gente se quedaba sin poder trabajar e incluso sin recursos, con su nivel de inglés podían acceder a oportunidades laborales en línea a distancia. En cuanto al tema escolar, pienso que para las escuelas no fue tan alentador; lo fue específicamente en cuanto al acceso a fuentes de información en inglés, como Khan Academy y algunas otras, las cuales ofrecen la posibilidad de formarse uno mismo. Entonces, las personas dentro del mundo laboral tuvieron un menor impacto negativo en cuanto al inglés que los jóvenes. Pudimos observar durante este periodo que en muchos países hubo inestabilidad en los jóvenes de entre 18 y 25 años, y esta se prolongó durante los últimos tres años. Ahora hay que esperar un poco, pero estoy segura de que van a recuperar su nivel de inglés, de igual manera como lo harán en las demás áreas, como matemáticas, español o lectura.

Entiendo que el estudio que realizaron es un tanto limitado por sus características, pero en tu experiencia personal, ¿a qué atribuyes el aumento en la brecha de género en el dominio del inglés, y cómo crees que se puede cerrar de manera efectiva?

Primero, quiero señalar que no contamos con los datos para afirmarlo, pero desde mi perspectiva, aún observo claras diferencias en el mundo laboral, como oportunidades, nivel de responsabilidad y exposición en puestos internacionales. Estas disparidades podrían reflejarse en el nivel de inglés. Aunque no disponemos de información precisa, en la mayoría de los países notamos que los adultos mejoran su dominio del inglés después de los 26 años, en parte debido a cursos laborales ofrecidos, aunque cabe aclarar que la mayoría de los adultos no participa en cursos específicos, siendo su aprendizaje principalmente a través del contacto profesional y de la práctica personal.

Profundizando en las diferencias, podría atribuir en parte el aumento de la brecha a desempeños en trabajos de menor relevancia, menos horas laborales, menor oferta de cursos y trabajos en empresas nacionales en comparación con internacionales.

En la mayoría de los países, la brecha de género es más evidente alrededor de los 18 años que a los 26, cuando ya están en la etapa laboral. No estoy seguro de si esto se debe enteramente al trabajo de la escuela o si es un fenómeno social y contextual. Observamos que los estudiantes no alcanzan un nivel óptimo de inglés, pero cuando ingresan al mundo laboral o a la universidad, esta brecha disminuye un poco. Por lo tanto, debemos brindar las mismas oportunidades para todos y abordar el problema desde sus raíces, estableciendo procesos sólidos desde la base para poner fin a estas disparidades.

¿Qué recomendaciones harías a quienes formulan políticas educativas para mejorar el nivel de inglés entre los jóvenes, especialmente en países con descensos tan significativos como México?

Bueno, en primer lugar, en México observamos una diferencia extremadamente importante entre cada estado en cuanto al nivel de inglés. Dado que el sistema educativo es por estado, las disparidades en los resultados son evidentes. Sería crucial examinar las prácticas de los estados con niveles superiores de inglés para homologar los procesos y proporcionar igualdad de oportunidades a todos.

Al mismo tiempo, es esencial poner énfasis en la formación del profesorado. Deben recibir las herramientas necesarias para mejorar su nivel de inglés, desarrollar habilidades que les permitan enseñar el idioma de manera comunicativa y gestionar clases dinámicas y participativas, eliminando enfoques exclusivos en gramática y vocabulario. Existen técnicas de formación para profesores con distintos niveles de experiencia, desde aquellos con años de trayectoria hasta recién egresados. Aunque desafiante, esta tarea es alcanzable.

No estoy segura si en México escasean profesores o si son insuficientes las horas dedicadas a la enseñanza de inglés. Si ambos factores están presentes, mejorar esta transición de la etapa escolar a la laboral será posible. Respecto a las capacitaciones para mejorar el inglés en los profesionales, contamos con propuestas que incentivan a las empresas a ofrecer educación continua a sus colaboradores. En muchos países europeos, existe asignación de créditos o fondos destinados a la formación de empleados, permitiéndoles elegir en qué área enfocar sus horas de capacitación (el 80 o 90% opta por el inglés).

Europa ha avanzado en la enseñanza y uso del inglés en el ámbito laboral, quizás debido a su tamaño más reducido o la proximidad entre países que los obliga a comunicarse en un idioma distinto al propio. Aunque preveo que Latinoamérica necesitará diez o quince años para alcanzar un nivel similar al europeo, México, en particular, requerirá un esfuerzo más sustancial para lograrlo si no se implementan mejoras significativas.

Sí, claro, incluso esto obstruye la comprensión y el intercambio cultural. Ahora quiero preguntarte, ¿qué estrategias sugieres para que el aprendizaje del inglés sea más inclusivo y accesible para personas de cualquier estrato económico?

Es un gran cuestionamiento, ya que observamos países en donde las escuelas privadas enseñan inglés de manera efectiva, a diferencia de las escuelas públicas. Esto es crucial, dado que el inglés se considera el primer obstáculo para acceder a mejores oportunidades laborales. Por ende, es necesario abordar este problema para dar el primer paso y modificar lo que hasta hoy no ha funcionado. Con la mayor accesibilidad actual, es esencial aprovechar la amplia oferta de cursos de inglés en línea, los cuales pueden ser de mejor calidad y más económicos que las ofertas de escuelas presenciales. La calidad de enseñanza con un profesor en línea es equiparable a la de un profesor presencial. Por lo tanto, creo que es interesante e indispensable invertir en la formación en inglés, incluso en pequeña escala o con menos recursos, ya que estamos evolucionando.

¿Qué nuevos parámetros o áreas de investigación piensas incluir en futuras ediciones del English Proficiency Index para mostrar más claridad sobre el dominio del inglés?

Claramente, esperamos obtener datos sobre dos competencias adicionales que planeamos incluir en 2024: speaking y writing, dentro del EFZ. Esto nos permitirá observar realmente la diferencia de nivel entre competencias. Al tener cuatro competencias, podremos estudiar con mayor profundidad diversos grupos (de edad, género, país, etc.) y comparar, por ejemplo, el nivel del inglés oral con el escrito, y de este a la comprensión y producción oral. Será vital ver estas diferencias porque el nivel de inglés global está compuesto de competencias. Al analizarlas, podremos utilizar el informe como diagnóstico para identificar específicamente qué es lo que falta y en qué debe concentrarse puntualmente un país para mejorar.

Totalmente de acuerdo. Muchas gracias, Kate, por tu tiempo y por la amplitud de tus respuestas.

Gracias a Potencial Humano, es un placer.