Luis Aguilar Gastelú

Entrevista por Sergio Bignardi

Muy buenos días, estimada audiencia. Hoy nos acompaña Luis Aguilar Gastelú, gerente nacional de recursos humanos en Cafiver, una empresa con una larga tradición en el sector del café en México. Luis compartirá más adelante su experiencia y travesía dentro de Cafiver en nuestro país. La primera pregunta que quiero hacerte, Luis, es ¿cómo ha evolucionado la cultura organizacional de Cafiver a lo largo de los años para consolidarse como una empresa socialmente responsable, uno de los distintivos que han ganado durante esta trayectoria?

Estimado Sergio, agradezco la invitación a Potencial Humano. Es un placer saludarte a ti y a tu amable audiencia. Pronto cumpliré cuatro años como gerente nacional de recursos humanos en Cafiver, una experiencia realmente inolvidable. Cafiver se fundó en 1985, iniciando operaciones con 50 colaboradores y la visión de empresarios tanto de Orizaba y Córdoba, en Veracruz, como de Alemania. Comenzamos con una planta descafeinadora y, debido al éxito del producto, expandimos nuestras operaciones a fábricas de soluble y aglomerado.

En el año 2000, Cafiver adquirió las acciones de los empresarios alemanes, convirtiéndonos orgullosamente en una empresa 100% mexicana desde entonces. Desde el principio, hemos construido una cultura centrada en fomentar la responsabilidad social de manera continua, respaldando así nuestra certificación como empresa socialmente responsable. Llegué a Cafiver el 17 de febrero de 2020, justo un mes antes del inicio de la pandemia. Mi primera tarea, solicitada por Juan Bueno, nuestro actual Presidente de Consejo, fue dirigida hacia la responsabilidad social, apoyando a 5 hospitales de la región mediante la donación de café.

Creamos el hashtag #GrandesHéroes para dar café a los doctores y enfermeras que enfrentaban momentos difíciles durante la pandemia. Queríamos respaldarlos, ya que en ocasiones pasaban horas sin alimentos. Actualmente, continuamos apoyando a estos hospitales al suministrar café cuando lo necesitan. Todo esto subraya nuestro compromiso constante con la responsabilidad social.

Mantenemos esta cultura desde el principio, implementando soluciones eco-amigables como paneles solares, una planta de tratamiento de agua impecable y una caldera de biomasa que genera energía con el bagazo del café. El año pasado, instalamos contenedores para recolectar tapas y PET, logrando recolectar 100 kg que donamos a la Fundación Miranda, que atiende a niños con cáncer en la región de las altas montañas.

Estoy convencido de que las empresas deben trabajar continuamente en responsabilidad social. Estas acciones no solo son un plus para atraer nuevos talentos, sino que también contribuyen a construir una marca atractiva. Internamente, buscamos el bien común para nuestra gente y el medio ambiente, ofreciendo un ambiente cálido y motivador. Desde actividades deportivas y culturales hasta becas para los hijos de los sindicalizados, todas estas estrategias nos ayudan a que la gente quiera formar parte de nuestro equipo y aprecie nuestra marca mientras continuamos creciendo.

Increíble, Luis. Hablemos sobre algunos proyectos ambientales de Cafiver, específicamente me refiero a la reforestación del bosque nacional de Orizaba y a la implementación de los paneles solares, y cómo estos dos proyectos contribuyen a la sostenibilidad y protección del medio ambiente.

Afortunadamente, los paneles solares llevan muchos años funcionando de manera excelente. Su uso nos ha permitido evitar la generación de emisiones que dañan al medio ambiente y aprovechar al máximo los recursos naturales, como la energía solar. Contamos con dos complejos: uno que suministra energía para la cafetería y otro que abastece de energía a la fábrica de descafeinado para no contaminar el entorno.

En cuanto a nuestra contribución a la sostenibilidad, te cuento que el año pasado llevamos a cabo nuestra primera reforestación en Cafiver. Abordamos este proyecto con precaución, ya que la pandemia había complicado las actividades y nuestro enfoque principal era cuidar a nuestra gente, especialmente a los más vulnerables. En 2022, nos dirigimos a las faldas del Pico de Orizaba para sembrar 400 árboles, y en 2023 plantamos 500 más. Simultáneamente, supervisamos el crecimiento de los primeros árboles. Esta labor es motivante, ya que indica que nuestro aporte está colaborando para tener un planeta mejor.

Desafortunadamente, tanto la zona del Pico de Orizaba como otras áreas en México y en todo el mundo han experimentado una deforestación significativa. Es lamentable, especialmente en Orizaba, donde este espacio es la principal fuente de agua para toda la región de las altas montañas. Observamos esta problemática de cerca, por lo que siempre nos esforzamos por garantizar la sostenibilidad del medio ambiente mediante acciones con nuestra gente interna. Cada año, alrededor de cuarenta personas participamos en esta iniciativa en particular. Aunque sinceramente ha sido una tarea agotadora, también es gratificante, ya que estamos contribuyendo positivamente para el bienestar de la humanidad.

Respecto a la sostenibilidad, he leído sobre el proyecto en la Comunidad de El Porvenir, en Zongolica, Veracruz. Cuéntanos cómo es que Cafiver colabora con el Instituto Tecnológico Superior de Zongolica y cuáles son los objetivos específicos de este proyecto emblemático.

Por supuesto, es un proyecto extraordinario que don Juan Bueno y mi director general, Juan Carlos Villacís, me encargaron liderar. La idea era adoptar una comunidad y decidimos escoger la que mencionas por dos razones: primero, porque es una zona propicia para cultivar café de calidad, aunque lamentablemente carece de la capacitación necesaria; y segundo, porque nuestro jefe de catación, Marcelo Ramírez Panza, una persona certificada y admirable, es originario de esa comunidad. Su historia es un ejemplo de éxito, proveniente de una familia humilde, ha crecido a través del trabajo y el esfuerzo, convirtiéndose en un experto en catación.

Cuando realicé mi primera visita a la comunidad, mi intención era fomentar el trabajo en equipo y la capacitación para lograr un café de alta calidad. Sin embargo, al llegar y platicar con el líder de los comuneros, lo primero que me solicitó fue apoyo. En cada comunidad existe la Casa del Campesino, donde se llevan a cabo reuniones comunales, capacitaciones y otras actividades para niños y esposas. Nos informó que este centro enfrentaba un problema de deslave y corría el riesgo de desaparecer.

El apoyo que brindamos fue muy interesante, ya que nos pidieron ayuda bajo la condición de que la comunidad también participara en la remodelación. Colaboramos con varilla y cemento, mientras que ellos aportaron la madera, la piedra y la mano de obra. Al finalizar el proyecto y observar la transformación de baños, ventiladores, luz, drenaje y muros de contención, experimentamos una inmensa alegría.

En la fase dos, nos solicitaron donar computadoras. Establecí un convenio con el Instituto Tecnológico Superior de Zongolica para instalar una torre de Internet, capacitando y certificando a 35 niños de las escuelas indígenas de la zona. La tercera fase consistió en construir camas de cultivo. Fabricamos 14 con la ayuda de 6 familias de la comunidad, y junto con el Instituto, capacitamos a las familias para sembrar productos de autoconsumo, como tomate, tomatillo, acelgas, zanahoria, jícama, jamaica, maíz y chiles, que ahora se venden dentro de la comunidad.

Queremos continuar trabajando en esta dirección, así que creamos un lombricompostario para un proceso de abono natural. Además, buscamos la participación de más familias para generar más recursos y fomentar el autoconsumo en beneficio de toda la comunidad. Finalmente, la fase cuatro se centrará en la capacitación para lograr ese café gourmet único de El Porvenir, para compartirlo con el mundo. Esto es parte del maravilloso proyecto de responsabilidad social en el que seguimos comprometidos.

Suena fantástico. Leí sobre la donación de equipos de cómputo y la antena de Internet satelital, lo que quiere decir que la empresa es parte de la comunidad porque se involucra en el propio desarrollo de esta. También leí que la cultura organizacional de Cafiver involucra a todos los eslabones y áreas clave de la empresa, pero no solo eso, sino también a toda la Comunidad en su conjunto.

Claro, estoy convencido de que somos un equipo y trabajamos diariamente para seguir fortaleciendo esta sinergia. Como empresa, queremos ofrecer un producto de calidad rentable, pero también tenemos la responsabilidad social de devolverle recíprocamente a la sociedad y al medio ambiente los beneficios que nos brindan. Internamente, buscamos apoyar a nuestros colaboradores sindicalizados ofreciéndoles becas para sus hijos, capacitación, participación en eventos deportivos, culturales y en diversas actividades, como nuestra peregrinación con el sindicato. Nuestra encomienda es trabajar en equipo para cumplir tanto con la responsabilidad social externa como con la interna.

Todo esto se traduce en beneficios que permeen tanto el entorno social, económico y ecológico. Es decir, somos una empresa que se extiende en estos tres grandes rubros, lo cual nos ha valido el reconocimiento como empresa socialmente responsable al involucrarnos completamente.

Y mira, hablando de quiénes somos, quiero contarte que tenemos 10 oficinas foráneas de ventas en México, una en Estados Unidos y otra más en Holanda, y en cada una de ellas buscamos estar en sintonía con su comunidad a través de acciones como el reciclaje y la atención a los procesos para hacer un producto de calidad, porque eso beneficia tanto a la empresa como a la sociedad. Ofrecer la seguridad a los clientes de que el café está libre de cualquier insecto, de que es inocuo y de calidad es también responsabilidad social.

Por último, por favor, platícanos cuáles son las marcas principales y en qué puntos es que puede beberse café de Cafiver.

Claro, mira, en nuestra marca Cafiver, ofrecemos diferentes presentaciones, ya sea tostado, molido o en grano. Además, contamos con la marca Vivendi, y recientemente hemos incursionado en el café soluble con las marcas Negro Café y Continental. Como te comentaba, tenemos oficinas en el extranjero y exportamos a cuatro continentes. No obstante, nuestro reto actual es consolidarnos en el mercado mexicano, ya que fuera del país Cafiver tiene una excelente aceptación. Estamos trabajando bien, y nuestros clientes nacionales nos reciben de manera positiva. De hecho, quería mencionarte que tenemos presencia en la mayoría de los hoteles importantes en México, suministrando cafeteras y «coffee kits». Es por esto que hemos establecido 10 oficinas foráneas para brindar atención a todos nuestros clientes.

A través de nuestro programa Horeca, nos enfocamos en atender hoteles, restaurantes y cafeterías, proporcionando no solo cafeteras y productos, sino también servicios como soporte técnico, asesoría y capacitación integral para asegurar el buen funcionamiento desde la cafetera hasta el negocio completo. También hemos ampliado nuestros servicios a algunos autoservicios y mayoristas. En lugares como Orizaba, Córdoba y Cuitláhuac, contamos con tres rutas de canal tradicional, denominadas el «Changarrero de Detalle», para atender a las pequeñas tiendas de la zona, lo cual ha resultado muy exitoso. Finalmente, hemos implementado una línea de comercio electrónico para compras en línea.

¿La mayoría de este café veracruzano se exporta y qué porcentaje del producto es de exportación?

Exportamos aproximadamente el 80% del café producido aquí. Abastecemos la demanda de café soluble en el extranjero y también importamos café, ya que algunos clientes requieren una calidad diferente a la que cultivamos en México. Nuestro desafío es seguir fortaleciendo nuestra presencia en México a través de los canales mencionados.

Perfecto, Luis. Agradezco tu tiempo y tu participación en Potencial Humano.

Fue un placer estar aquí en Potencial Humano. Muchas gracias por la invitación.