¿Cuál es el panorama y a qué nos enfrentaremos?
Por Raúl Zárate
La economía de México ha experimentado una serie de cambios significativos hacia finales de 2024. Este artículo ofrece un análisis detallado de los factores clave que han influido en el comportamiento económico del país, abarcando aspectos como el crecimiento del PIB, la inflación, el empleo, el comercio exterior, la política fiscal y monetaria, así como los desafíos y oportunidades que se vislumbran en el horizonte.
Crecimiento del PIB
En 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de México ha mostrado un crecimiento moderado en comparación con años anteriores. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se espera que el PIB cierre el año con una tasa de crecimiento del 2.5%. Este crecimiento, aunque positivo, refleja una desaceleración en comparación con el 3.1% registrado en 2023.
Factores Internos
El crecimiento económico de México ha sido impulsado principalmente por el consumo interno y la inversión en infraestructura. El consumo privado ha mantenido una tendencia al alza, apoyado por un incremento en el ingreso disponible de las familias y un mercado laboral más estable. La inversión pública en proyectos de infraestructura, como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, ha contribuido a dinamizar sectores clave como la construcción y los servicios relacionados.
Factores Externos
El entorno económico global ha jugado un papel crucial en el desempeño económico de México. La recuperación económica de Estados Unidos, principal socio comercial del país, ha favorecido las exportaciones mexicanas, especialmente en sectores como el automotriz y el manufacturero. Sin embargo, la desaceleración económica en otras regiones, así como la volatilidad en los mercados financieros internacionales, han generado incertidumbre y presiones sobre el tipo de cambio.
Inflación
La inflación ha sido uno de los desafíos más significativos para la economía mexicana en 2024. A lo largo del año, la inflación ha mostrado una tendencia ascendente, alcanzando niveles del 5.5% hacia finales del año, según el Banco de México. Varios factores han contribuido a este fenómeno:
Precios de Energía y Alimentos
El aumento en los precios internacionales del petróleo ha tenido un impacto directo en los costos de producción y transporte, lo que a su vez ha repercutido en los precios de bienes y servicios. Asimismo, fenómenos climáticos adversos han afectado la producción agrícola, provocando alzas en los precios de alimentos básicos.
Presiones Salariales
El mercado laboral ha experimentado presiones salariales debido a la demanda de mano de obra en ciertos sectores. La implementación de incrementos salariales mínimos y las negociaciones colectivas han contribuido a un aumento en los costos laborales, que se han trasladado a los precios finales al consumidor.
Empleo
El mercado laboral mexicano ha mostrado signos de mejora en 2024. La tasa de desempleo se ha mantenido en torno al 3.8%, reflejando una recuperación tras la pandemia de COVID-19. La creación de empleos ha sido particularmente notable en los sectores de servicios, manufactura y construcción.
Formalidad e Informalidad
Un aspecto relevante del mercado laboral en México es la persistencia de la informalidad. A pesar de los esfuerzos gubernamentales por fomentar la formalización del empleo, una proporción significativa de la fuerza laboral sigue trabajando en condiciones informales, lo que implica menor acceso a prestaciones sociales y estabilidad laboral.
Comercio Exterior
El comercio exterior continúa siendo un motor importante para la economía mexicana. En 2024, las exportaciones han crecido un 4%, impulsadas principalmente por la demanda de productos manufacturados y agrícolas en los mercados internacionales. Las importaciones, por su parte, han aumentado un 3%, reflejando una mayor demanda interna de bienes de capital y materias primas.
Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)
El T-MEC ha jugado un papel crucial en la dinámica del comercio exterior de México. Las exportaciones hacia Estados Unidos y Canadá han experimentado un crecimiento sostenido, beneficiándose de las condiciones favorables establecidas en el tratado. Además, la integración de cadenas de suministro y la cooperación en materia de estándares laborales y ambientales han fortalecido la competitividad de los productos mexicanos.
Política Fiscal y Monetaria
La política fiscal y monetaria han sido herramientas clave para enfrentar los desafíos económicos de 2024.
Política Fiscal
El gobierno mexicano ha mantenido una política fiscal expansiva, con un aumento en el gasto público destinado a infraestructura y programas sociales. Esta estrategia busca estimular el crecimiento económico y reducir la desigualdad. Sin embargo, el aumento en el gasto ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal y el incremento en el endeudamiento público.
Política Monetaria
El Banco de México ha adoptado una postura más restrictiva en respuesta a la inflación. A lo largo del año, ha incrementado la tasa de interés de referencia en varias ocasiones, situándola en un 8% a finales de 2024. Esta medida busca contener las presiones inflacionarias y estabilizar el tipo de cambio, aunque también ha generado preocupaciones sobre su impacto en el crecimiento económico.
Desafíos y Oportunidades
A pesar de los avances y la resiliencia mostrada, la economía mexicana enfrenta varios desafíos y oportunidades de cara al futuro.
Desafíos
- Desigualdad y Pobreza: La desigualdad económica y la pobreza siguen siendo problemas persistentes. A pesar de los esfuerzos gubernamentales, una proporción significativa de la población continúa viviendo en condiciones de pobreza, lo que limita el potencial de crecimiento inclusivo.
- Corrupción y Estado de Derecho: La corrupción y la debilidad en el estado de derecho siguen afectando el clima de negocios y la confianza de los inversionistas. La mejora en estos ámbitos es crucial para atraer inversiones y fomentar un desarrollo sostenible.
- Dependencia del Petróleo: A pesar de los esfuerzos por diversificar la economía, México sigue siendo dependiente de los ingresos petroleros. La volatilidad en los precios del petróleo representa un riesgo significativo para la estabilidad económica del país.
Oportunidades
- Crecimiento Verde y Sostenible: México tiene una oportunidad única para liderar en la transición hacia una economía verde. La inversión en energías renovables y tecnologías sostenibles puede no solo contribuir a la lucha contra el cambio climático, sino también generar nuevos empleos y oportunidades de negocio.
- Integración Regional: La profundización de la integración económica con América del Norte a través del T-MEC y la diversificación de mercados hacia Asia y Europa pueden fortalecer la posición de México en el comercio global.
- Innovación y Digitalización: La adopción de nuevas tecnologías y la digitalización de la economía ofrecen oportunidades para mejorar la productividad y competitividad de las empresas mexicanas. La inversión en educación y capacitación es clave para aprovechar estas oportunidades.
El comportamiento de la economía mexicana hacia finales de 2024 refleja una combinación de resiliencia y desafíos. Si bien el crecimiento económico ha sido moderado, el país ha mostrado capacidad para adaptarse a un entorno global complejo. La inflación y la informalidad siguen siendo retos significativos, mientras que el comercio exterior y la inversión en infraestructura ofrecen oportunidades de crecimiento.
La clave para un desarrollo sostenible y equitativo reside en la implementación de políticas que fomenten la inclusión, la transparencia y la innovación. México tiene el potencial de convertirse en un líder regional y global, siempre y cuando se aborden de manera efectiva los desafíos estructurales y se aprovechen las oportunidades emergentes. La colaboración entre el sector público y privado, así como el fortalecimiento del estado de derecho, serán fundamentales para lograr un futuro próspero y sostenible para todos los mexicanos.