El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
Por Jorge Torres
De lo mucho que puede decirse sobre Charles Dickens y de lo poco que ha quedado sin decir, me aventuraré a platicarles un poco sobre nuestra relación.
Como la mayoría de las personas que nacimos después de su vida, mi primer encuentro con Dickens fue sin saberlo a través de Un Cuento de Navidad (A Christmas Carol) y del famoso Scrooge. Lo recuerdo en la pantalla de la televisión interpretado por un pato millonario de caricatura y por viejos desaliñados en largas batas de dormir. El cuento intentaba revivir el espíritu navideño que parecía perderse en mí año tras año, y por más que lo intentaba no lo conseguía, pero la televisión no dejaba de intentarlo. No sé cuántas veces lo vi y cuántas más lo boté por salir a jugar. Y pasaron los años y no supe qué era. Cuando más me interesé por la escritura fue cuando empecé a leer en serio. Un día de paseo por las librerías del centro de la ciudad me encontré con Grandes Esperanzas y no dudé en comprarlo. Me impactó la capacidad de relatar los momentos grises de sus personajes. Aunque no toca el sufrimiento como lo hizo Dostoievski, sí lo hace a través de la voz de los menos afortunados; la clase obrera, las clases sociales bajas y las situaciones por las que pasaban para ir por la vida.
Debió ser su dura infancia la que definió el camino por el cual mister Charles llevaría su escritura, ya que de niño trabajó en condiciones desfavorables y vivió en la cárcel junto a su familia. La pasión con la que describió al mundo la debemos a su escritura autobiográfica y a su entendimiento del sentimiento del oprimido.
Fue un joven escritor exitoso que trató de complacer a sus lectores con las entregas mensuales de sus obras y ello no cayó bien entre algunos escritores, pero sin duda lo mantuvo en el gusto de la gente y le dio la fama como un escritor sentimental. No importa que la vida pegue duro, hay que valorar los momentos felices.
Sus obras están dirigidas a abrazar al que no ve la luz por delante; son para alegrar el horizonte y no dejarnos llevar por los momentos difíciles, así que a principios de este año decidí empezar con la que se dice es la más autobiográfica: David Copperfield. Espero que le vaya bien, porque generalmente me lleva con él a través del estado de ánimo de sus personajes, espero que me ayude a pasar por el difícil camino por el que todos pasamos en estos momentos, espero que me mantenga con las esperanza de que todo mejore pronto, espero que no duden en recurrir a él cuando lo necesiten.