Encontrando el sentido de la vida: Una entrevista con un ser, de gran potencial humano
¿Cuánto tiempo llevas trabajando en Estados Unidos?
Siempre he viajado a los Estado Unidos desde que tenía 14 años, viví en Oklahoma, a los 24 años me mudé a Nueva York, y después a Miami. Actualmente, llevo 15 años viviendo en Los Ángeles, pero realmente en los últimos 4 años he vivido entre Miami, Los Ángeles y México. Curiosamente, a pesar de que vivo en estos tres lugares, casi nunca estoy en ninguno de ellos, porque así es la vida de un cineasta.
Por ejemplo, mi última película, que se estrenará el próximo año, la filmamos en Colombia, donde me tocó vivir 3 o 4 meses… y después habrá que continuar con la promoción de la película. Ahorita, con motivos de promoción, llevo visitados inesperadamente 15 estados en la República Mexicana, lo que equivale a 3 meses, y me faltan 16 estados más, por lo que serán otros 2 meses de viaje.
¿Esto quiere decir que a veces resulta mayor trabajo la promoción que la grabación de la película?
Las dos cosas, porque en este caso, me tuve que ir a vivir a Rosarito que no es ni México, ni Miami, ni Los Ángeles, para terminar la filmación de la película, y después me pasé alrededor de 2 años viajando para su promoción. Es como si fuera la vida de un cirquero que viaja por todo el mundo; promoción, conferencias y entrevistas. De pronto, cuando estás terminando la gira, ya estás empezando la otra película en otro país, una locura.
¿Cuántas películas llevas produciendo?
Bella, Little Boy, Inesperado y Sound of Freedom, 4 películas. Pero también me han invitado a participar en otras, ya sea coproduciendo o como actor, tal es el caso de Mall Cop y Cristiada, o sea, aproximadamente como en 7 películas en total.
¿En qué momento nació en ti esa parte activista, en qué momento dijiste -tengo que hacer algo por la humanidad-? ¿Y cómo sucedió?
Fue cuando cumplí 28 años, por un lado me di cuenta que las razones por las que había iniciado mi carrera dentro del medio artístico habían sido por razones bastante superficiales con el amor al arte, muy egoísta. Se me olvidaba que en cualquier proyecto en el que me involucraba iba a afectar la manera de pensar de las personas, sobre todo de los jóvenes, que tienen esta tendencia de imitar todo lo que ven en el cine o la televisión. No estaba asumiendo la responsabilidad que me tocaba. Fue como un despertar, porque por un lado pensaba que a mis 28 años lo tenía todo.
He trabajado muy duro para llegar a la cima, mi cima de la montaña, para lograr materializar todos mis sueños, y yo pensaba que después de lograrlos iba a ser una persona muy feliz. Esto me llevó a creer en la cultura del esfuerzo, del trabajo, pues nadie me ha regalado nada. Yo compré mi boleto de autobús cuando tenía 18 años y dejé Tamaulipas, dejé mis estudios de derecho justo cuando estaba a punto de cruzar el tercer semestre de la carrera. Mi padre quería que fuera abogado, pero decidí dejar todo atrás y me fui a la aventura a buscar mis sueños.
Al llegar a México empiezo a cantar en un grupo que se llamaba Cairo, y de pronto un año después de haber llegado, ya estaba viajando por 14 países de Latinoamérica. Después de haber firmado con Sony Music, llega la fama, el éxito y todo lo que conlleva me hace mucho daño porque te empiezas a sentir indispensable. Llega un punto en el que me pierdo; la vanidad y el ego me comienzan a gobernar sin darme cuenta.
Grabo con Cairo 2 discos, viajando 3 años y medio por México y Latinoamérica. De hecho, recorrí el país completo en 2 ocasiones, cantando en teatros y palenques. Fue una experiencia muy padre porque conocí mi país, pero, por otro lado era peligroso porque no tenía la madurez para poder manejar la fama, el éxito, las tentaciones, el dinero, porque si no estás bien plantado te hacen mucho daño.
Después, durante un periodo de 3 o 4 años grabé 4 telenovelas, dejando la música a un lado. Posterior a eso, me fui a Miami a retomar la música, allá grabé un disco como solista y comencé a viajar por todo México y Latinoamérica con ese disco, y en medio de tantos viajes, conocí a un director de casting que me invitó a hacer una audición para una película con Sofía Vergara. Entonces, hago la audición, dejo la música, y retomo la actuación pero ahora en cine, donde hago mi primer película en inglés “Chasing Papi” con Roselyn Sánchez y Jaci Velásquez.
Después de esto, decido contratar un grupo de personas, managers, publicistas y abogados, para que me ayuden a llegar al próximo nivel de mi carrera artística, justo cuando cumplo 28 años. En ese momento me empiezo a confundir, porque por un lado pensaba que tenía todo en la vida, pero por el otro, no tenía nada. Ahí empiezo a cuestionar todo, ¿por qué me siento vacío si realmente he trabajado mucho y tengo una vida llena de disciplina sin vicios, sin excesos? Siempre he sido una persona muy familiar a pesar de que mis padres nunca estuvieron de acuerdo con mi decisión de irme.
Y es ahí, cuando una maestra de inglés que me ayudaba en mis audiciones cambia mucho mi vida. Esta mujer utilizaba el método socrático, o sea que me hacía muchas preguntas inteligentes, muy sencillas, pero a la vez profundas. Yo no me sentía juzgado; no me regañaba, no me decía si estaba mal, simplemente me preguntaba: ¿cómo estás usando tus talentos, qué quieres alcanzar en tu vida, qué te motiva a levantarte todos los días, por quién vives, qué legado le estás dejando a la sociedad? Y gracias a ella logré entender muchas cosas, por ejemplo, que en Estados Unidos somos más de 60 millones de hispanos que estamos trabajando, y es muy triste que se piense que somos una amenaza (por el estereotipo negativo que Hollywood se ha encargado de crear). Cuando volteo y veo que yo era parte del problema, le prometí a mis padres que jamás volvería a trabajar en algo que ofendiera mi fe, mi familia o mi comunidad hispana. Por esta misma promesa me quedé sin trabajo 4 años, ya que todo lo que me ofrecían no correspondía con lo que yo quería.
Por lo tanto, como la necesidad es la madre de la creatividad y en mi casa siempre me enseñaron que cuando se cierra una puerta hay que buscar abrir otra, nace esta idea de formar una productora de cine; porque me cansé de esperar a que llegara a mis manos algo en lo que yo pudiera confiar e involucrarme. Entonces, me convierto en productor, porque el productor tiene el poder de controlar el mensaje, y justo abrí la productora de cine con esa intención, la de encontrarme a mí, siendo mi propio jefe.
Con todo esto tuve que armar un plan de negocios, buscar socios, recaudar fondos para producir mi primera película, y lo hice. Logré recaudar 3 millones de dólares para mi primera producción que fue Bella, filmada en Nueva York. Y que además ganó uno de los festivales más importantes del mundo en la ciudad de Toronto, el Film Festival. Ganamos el People’s Choice Awards, que es el premio de audiencia, y eso nos llevó a que visitara unos 15 países. La película salió en más de 25 países e hicimos un recorrido por casi todo Estados Unidos, yo te diría que me tocó recorrer por lo menos unos 30 estados con la película.
¿Produces y diriges también?
Principalmente actúo y produzco.
Y, ¿cómo seleccionas a tus directores?
Alejandro Monteverde, con quien he hecho todas mis películas y con quien acabo de terminar de filmar Sound of Freedom (una película que habla sobre la trata de menores para la explotación sexual), es uno de los socios con los que monté la productora de cine. En mi opinión, uno de los mejores directores que hay, no solamente por tener su talento artístico, sino también por su integridad. Esta combinación fue lo que me motivó a asociarme con él.
¿Todos tus proyectos llevan ese sentido humanista, de proyectar un mensaje, de hacerle ver al mundo cosas que deben saber?
Así es, hacer del mundo un mejor lugar a través del arte. El arte es un medio poderoso que bien utilizado puede hacer muchas cosa buenas, pero que, si es mal utilizado puede causar mucho mal a nuestra sociedad.
Con el éxito de Bella logramos recaudar un fondo más grande, nos fue muy bien, salió en más de 25 países, ganamos muchos premios. Después vino Little Boy, que sin duda fue una película más complicada; de época, filmada en los estudios donde se filmó Titanic (los cuales habían sido vendidos por Fox y que habían cerrado). Con Little Boy logramos que los estudios abrieran de nuevo, se activó la industria del cine y se generó empleo.
Me siento muy contento de involucrarme en proyectos que generen conciencia, que artísticamente sean ricos, y que estimulen el intelecto de la audiencia.
Inesperado, se encuentra en primer lugar en promedio de taquilla de sala. Gracias al éxito que obtuvo en un fin de semana garantizó que se quedara por lo menos un mes más en cartelera. Con ella llevo 16 estados recorridos haciéndole promoción y me faltan 16 estados más. Después, queremos llevarla a cárceles estatales y federales para dar a conocer este mensaje de perdón, vida y esperanza. También invitamos a embajadores de diferentes partidos para que su distribución sea plural.
Después de Inesperado, apostamos por una película que nos habla y nos explica sobre la explotación infantil, esto con el fin de que ningún niño nazca y lo sufra, y me refiero a Sound of Freedom.
¿De qué manera eliges los guiones?
Tenemos la ventaja de que Alejandro Monteverde es guionista, productor y director, entonces, podemos decir que tenemos todo el equipo. Además, contamos con un grupo de amigos con el que todo se complementa muy bien; entre todos le damos forma, le damos vida, y nos lanzamos a recaudar fondos con amigos inversionistas que creen en nuestros proyectos.
¿Qué temas siguen después de tocar el de la trata de menores?
Por el momento hasta ahí vamos, tenemos más pero están en etapa de competencia entre ellos para ver por cuál nos decidimos. Por ahora, está Sound of Freedom, y más adelante, veremos qué sigue… que sin duda será un tema para despertar conciencia.
¿Te has establecido algún tipo de meta a un determinado periodo?
Pienso: qué gusto y qué afortunado que cuentes con todos los elementos necesarios para lograr hacer lo que te gusta. Todo ha sido a base de trabajo y esfuerzo, gracias a que cuento con mi equipo. Ha sido el resultado de decisiones que paso a paso tienes que ir tomando.
Sí, de pronto sueño que dentro de 10 años quiero seguir haciendo lo que me apasiona. Pero trato de no “futurear”, porque a veces las cosas no resultan. Mejor las sueño, las escribo, las guardo, y las revelo ya que son una realidad.
¿Siempre te consideraste un ser afortunado?
Sí, eso sí. Pero siempre ha sido con base en decisiones muy difíciles, pues no es fácil salirte de tu casa donde lo tienes todo y de pronto renunciar a eso por cumplir sueños. Por supuesto que mi familia pensaba que a los 3 meses iba a estar de regreso, pero la necesidad de querer vivir mi propia aventura me orilló a empezar a trabajar como modelo, de ahí conseguí una beca; vas sumando y se te van abriendo otras puertas. Un año después surge lo del grupo Cairo pero a los 3 años decido salirme y quedo en la nada.
Me fui a Nueva York a estudiar teatro, a aprender un poco de inglés, regreso a México con el contrato para una telenovela y así empiezan a llegar oportunidades, una detrás de la otra, pero, justo cuando me van a dar el contrato de exclusividad por 7 años, decido que quiero irme a Miami esperando que pasara algo más grande. Y bueno, me voy para empezar de cero y reinventarme, para después irme a Los Ángeles y abrir mi propia productora de cine. He pasado por muchas situaciones complejas, como quedarme a dormir en el coche porque no pude pagar las deudas. Realmente, han sido decisiones parteaguas, ya que si hubiera firmado ese contrato por tantos años nunca hubiera podido obtener mi propia productora de cine, ni la libertad que tengo, y mucho menos el control de hacer lo que yo quiera.
Y justo como decía Aristóteles, “el que no sacrifica su estabilidad por su felicidad, no merece ninguna de las dos”. Siempre hay que ir en busca de la felicidad y a veces es difícil porque te tienes que desprender de cosas que no te gustan pero te dan estabilidad, a veces desprenderte de la estabilidad genera miedos e inseguridades. Simplemente hay que atreverse.
¿Y obtuviste la felicidad junto con una estabilidad?
Claro, hoy más que nunca. Me llegaron ambas, la estabilidad con la felicidad.
¿Te sientes completamente realizado?
Me siento completo hoy, porque vivo el presente y su plenitud, y me siento contento con lo que estoy haciendo. Sueño a futuro pero después lo suelto y me enfoco en el hoy, porque a veces el ser humano vive del pasado, y lo que tiene en el presente nunca lo disfruta. Principalmente, eso es lo que trato de hacer: disfrutar el presente y dar lo máximo.
¿Cuántos años tienes, y cómo te sientes?
Tengo 45 años. Me siento completo, bien, muy satisfecho, con muchas ganas de seguir haciendo lo que me apasiona y seguir creciendo, porque al final del día estamos aquí de paso, no te llevas nada, más que las acciones que has tenido con otras personas. Mi meta es convertirme en la mejor versión de mi persona y alcanzar mi máximo potencial, teniendo bien claro que es un proceso que no termina hasta que mueres, pues todos los días debes ir perfeccionando muchas cosas.
Todavía me falta, me caigo por lo menos 7 veces al día, pero me levanto. Es de humanos cometer errores, pero es de sabios rectificarlos; cometo errores, pido perdón, rectifico, sigo para adelante. Y así es todos los días hasta que te tocan la campana y te dicen se acabó. Mientras, yo sigo perfeccionando, ayudando a quien puedo, tratando de llevar una vida virtuosa y usar el medio que más me apasiona, el artístico, para inspirar a la audiencia a juzgar menos, perdonar más, ser más agradecidos y mejores seres humanos.
¿Has pensado en algún momento de tu vida contar tu propia historia?
Mi vida no, temas específicos sí. Por ejemplo, ahora me encuentro escribiendo un libro sobre la importancia de defender la vida desde su origen hasta su muerte natural por medio de experiencias que he vivido, eso sí. Este libro es mi próximo proyecto.
¿Es tu primer libro?
Sí, en el que yo me involucro sí. Y también quiero hacer un documental contando un poco mi experiencia en el arte, -el antes y el después-. Todo lo que te comparto en esta entrevista, pero con imágenes: de dónde vengo, por qué quise trabajar en este medio, cómo empecé y en qué momento me hizo abrir los ojos para darme cuenta que no estaba asumiendo todas las responsabilidades que me tocaba asumir y qué significa eso. Combinar desde mi perspectiva la ética con el arte.
¿Cuál es el motor de Eduardo Verástegui? ¿Qué es lo que te impulsa hoy, y lo que te ha impulsado desde el principio?
Va cambiando, porque lo que me motivaba en un principio, el centro de todo, creía que era yo. Primero yo, después yo y al final yo. Sin darme cuenta y gobernado por la ignorancia, pues la vanidad, el ego y la soberbia te envuelven y empiezan a guiar tu vida. Entonces, lo que me motivaba en realidad era el egoísmo y los placeres. Lejos de usar el medio para servir, más bien lo usaba para servirme a mí mismo, yo era mi propio fin y así duré muchos años.
Y bueno, ahora lo que me mueve es Dios, el amor, el amor de Dios y hacia mi prójimo, es lo que me mueve a hacer todo lo que estoy haciendo. Comencé a estudiar filosofía, teología, estudios bíblicos, estudios de ética en las artes, ética en la vida para resolver preguntas que me bombardeaban, y poco a poco empecé a encontrarle sentido y propósito a mi vida. Cuando te das cuenta y miras hacia atrás, resulta que sólo te enfocaste en las bendiciones y en las cosas buenas, el corazón empieza a latir de gratitud. De pronto, resulta fácil enfocarte en lo malo y en las cosas negativas y no en lo bueno, cuando me di cuenta de eso, en ese momento, empecé a agradecer por todo lo bueno que tengo.
Eso te cambia la vida de cómo tomar decisiones y a no pensar en ti como un fin. Mi fin es conocer, amar y servir a Dios y a mi prójimo por medio de lo que estoy haciendo. Trato de no desconectar mi fe con mi vida personal y profesional, porque a veces pasa, yo prefiero integrar todo.
Dentro de ese viaje que has hecho para encontrarte con la conciencia que te llevó a conocer la felicidad que estabas buscando, quizá vislumbraste muchos contrastes en el mundo. ¿Qué es lo que más te ha impactado en el mundo, y qué es lo que más te preocupa de la humanidad y del mundo en general?
Son muchas cosas, pero por ejemplo, las guerras no las entiendo, ¿cómo hemos logrado avanzar en ciencia, medicina, tecnología, pero, en la parte humana que es un tema fundamental seguimos matando? Siguen existiendo personas que piensan que los que están abajo no valen, una pobreza extrema que no debería existir, la indiferencia, la trata de personas, pero sobre todo, me preocupa la gente buena que no hace nada por cambiar lo malo; el mal triunfa cuando la gente buena se queda callada, cuando resulta más fácil voltear a otro lado porque es mejor quedarte en tu zona de comodidad que hacer algo por los demás.
No puedo opinar por otros, solamente soy responsable por lo que yo puedo hacer. Por eso todos los días me exijo lo máximo. Trato de dar un mensaje y no tanto con lo que digo, ya que al final, el mundo se fija más en lo que haces que en lo que dices.