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¿Es consciente el universo?
¿Es consciente el universo?
¿Es consciente el universo?

Esto puede ser el comienzo de una revolución científica

Esta afirmación pareciera imposible hasta que se hacen los “cálculos” adecuados. Para entender un poco mejor esto, debemos saber que todos los seres vivos somos capaces de experimentar sentimientos subjetivos de algún tipo. La consciencia depende de un sustrato material, pero no es reductible a él, se dice que todo sistema que tenga alguna cantidad que no sea nula de información integrada, experimenta algo.

Inspirada en el pampsiquisimo (doctrinas filosóficas y religiosas), la teoría de la información integrada asigna a cada estado cerebral de cada individuo una forma o espacio en el que emerge la experiencia subjetiva.

La Teoría de la Información Integrada dice que la consciencia se puede medir con la cantidad de interconexiones en un sistema físico donde se encuentra. Podría implicar que toda materia tendría consciencia. Materia o elementos como partículas subatómicas, átomos, animales, el ser humano y hasta cuerpos celestes gigantescos como planetas, estrellas y galaxias, incluso el Universo entero. En matemáticas, existe una “irrazonable eficacia de las matemáticas”, este término fue acuñado por el físico Eugene Wigner en el año 1960. Esa “eficacia irrazonable” expone que con la manipulación de los números se pueden representar y predecir todos los fenómenos del universo: desde el comportamiento de las partículas hasta el movimiento de planetas y estrellas.

Una incógnita es la manera en que la materia produce la sensación de experimentar algo, descubrir eso, implica la creación de un modelo matemático de la consciencia. A partir de esto, los matemáticos están descubriendo indicios de que, al desarrollar una descripción matemática de la consciencia, se podría revelar que toda la materia sin vida en el universo también tendría consciencia.

Esta materia abarca desde las partículas subatómicas hasta objetos celestes como planetas, estrellas, agujeros negros, etc., haciendo posible que el Universo pueda llegar a estar consciente en su totalidad; se logró llegar a esta conclusión gracias a un estudio realizado por los matemáticos Johaness Kleiner y Sean Tull. Este modelo teórico de la consciencia lleva el nombre de Teoría de la Información Integrada (IIT, por sus siglas en inglés), propuesta en 2004 por el neurocientífico Giulio Tononi. Esta teoría principalmente expone que la consciencia está en la información integrada, una información que tiene que estar estructurada.

Esa estructura es una red de interconexiones, por ejemplo: la red de neuronas del cerebro. Según Giulio Tononi, la consciencia puede medirse a través del cálculo de toda la información integrada (estructurada) que posee.

La intención de Tononi al formular su teoría es, explicar qué es la conciencia y por qué podría estar asociada con ciertos sistemas físicos. Dado cualquier sistema supuestamente consciente, como el cerebro humano, la teoría predice si ese sistema lo es, en qué grado es consciente y qué experiencia particular está teniendo o es capaz de tener. Dicho de otro modo es un método para medir la cantidad y calidad de consciencia de un sistema físico.

Está muy unido a la “hipótesis núcleo dinámico”, formulada por Gerald M. Edelman y Giulio Tononi, en su libro, A Universe Of Consciousness How Matter Becomes Imagination (Basic Books, 2000). Tiene que ver con el hecho identificado por estos autores en el funcionamiento de las neuronas, según el cual, una parte del sistema en estudio (una parte de una red neuronal) interacciona mucho más intensamente con él mismo, o dentro de él mismo, que con el resto del sistema. La consciencia, en otras palabras, surge en un núcleo muy dinámico.

De dicha teoría surge otro elemento importante, el número áureo (phi) o número de oro, un concepto matemático y estético que representa el nivel de consciencia. Tononi le llamó así, entonces, Phi representa el nivel de interconexión de un sistema (el cerebro, un circuito, un átomo, etc.). Por ejemplo, el cerebro tiene un valor altísimo de número phi debido a su vasta cantidad de información distribuida en redes de neuronas.

Así que la consciencia y la información integrada, ya vienen arraigadas naturalmente en cualquier sistema físico. De este modo se sabría que, entre mayor información sea procesada en una estructura, mayor es el nivel de consciencia.

Un ejemplo observable está en una cámara digital y el ojo humano: la cámara toma una foto a partir de cada pixel individual de su sensor, pero esos pixeles no se comunican entre sí. En contraparte, el ojo humano capta esa imagen con varios sensores orgánicos, pero cada punto de la imagen es procesado a través de muchas interconexiones neuronales cerebrales.

Sin embargo, con la Teoría de la Información Integrada siempre fue complejo calcular el número phi. Solamente calcular el número phi del cerebro humano tomaría millones de años. A pesar de eso, en 2019, el neurocientífico Daniel Toker desarrolló un tipo de “atajo” matemático para reducir el tiempo del cálculo a sólo unos minutos. Este atajo consiste en un procesamiento de datos llamado agrupación espectral, estos datos provinieron de una prueba en cerebros de macacos: un escaneo con electrodos. Para Toker, su estudio sobre esos macacos es una evidencia de la Teoría de la Información Integrada sobre la consciencia.

Hay que destacar que otros científicos consideran plausible la idea del universo siendo consciente. Uno de ellos es el físico Greogry Matloff, quien postuló que en el Universo podría haber una “proto-consciencia” que permearía la totalidad cósmica.

Es definitivo que tratar de medir la consciencia humana llevará a descubrir secretos del universo que podrían cambiar nuestra forma de ver el mundo. Esta hipótesis del universo consciente se viene planteando desde la filosofía antigua (como el pampsiquismo), y la Teoría de la Información Integrada podría revelarla como algo real.

Artículo por: Revista Potencial Humano

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