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John Snow
John Snow
John Snow

John Snow nace el 15 de marzo de 1813 en York, Reino Unido, donde vive su infancia en uno de los barrios más pobres de la ciudad. Fue el mayor de nueve hermanos, su padre trabajaba en los astilleros de carbón de la localidad y debido a que sus circunstancias familiares eran muy carentes, se vio en la necesidad de buscar empleo desde muy joven.

Snow destaca por ser uno de los médicos más reconocidos en la Inglaterra de principios del siglo XIX, ya que sus estudios sobre la epidemiología contribuyeron a reducir la mortandad producida por brotes de enfermedades como el cólera, siendo uno de los primeros en estudiar métodos para aplicar la anestesia de forma más segura.

Realiza sus estudios en York hasta que cumple 14 años, para después ser aprendiz de un famoso cirujano en Newcastle-upon-Tyne. Gracias a este trabajo pudo cambiar su vida. Posteriormente en 1833, se convierte en asistente en la práctica por primera vez, y fue hasta 1836 que logra laborar en diferentes localidades.

A finales de ese mismo año viaja a Londres para ingresar a la escuela Hunterian de Medicina, un año después encuentra trabajo en el Hospital de Westminster, y el 2 de mayo de 1838 es admitido en el Colegio Real de Cirujanos de Inglaterra. Mas tarde logra graduarse de la universidad y obtiene su titulo en 1844. En 1850 forma parte del Colegio Real de Médicos (institución independiente del Colegio de Cirujanos).

Era mejor conocido como Sir, y obtiene gran fama cuando funge como anestesiólogo de la Reina Victoria en el parto de su octavo hijo. Sin embargo, independientemente de su prestigio, fueron sus estudios sobre el cólera los que le dieron un lugar relevante en la historia al crear un cambio en el pensamiento científico de la época.

Antes de hacerse famoso durante la epidemia del cólera, Snow ya era muy crítico con las explicaciones científicas que se daban para explicar el contagio de enfermedades. Y la teoría que dominaba en ese momento, era que la peste o el cólera eran transmitidas por miasmas (una especie de aire nocivo), pues todavía faltaban algunos años para sospechar sobre la teoría de los gérmenes y su forma de contagio. Aún así, Snow tenía la firme creencia de que las enfermedades no se podían expandir por respirar el aire contaminado de las miasmas.

En 1849 se atreve a publicar un ensayo responsabilizando al agua contaminada como la culpable de los brotes de cólera, pero no tuvo demasiada aceptación. El segundo tratado sobre el tema fue escrito tras su destacada participación durante la epidemia ocurrida en Londres.

En esa época Londres era la ciudad más poblada del mundo y la suciedad era omnipresente, no existía un sistema de basura eficiente y el alcantarillado funcionaba terriblemente. Y en agosto de ese año una virulenta epidemia de cólera estalló en el centro de la ciudad. La mortalidad alcanzó una tasa del 12,8 % en algunas zonas, la más afectada fue el barrio del Soho, que ni siquiera contaba con sistema de alcantarillado.

El médico que contuvo el cólera

John Snow vivía muy cerca de Soho, conocía a varias de las víctimas, y conocía perfectamente los problemas del agua que allí se bebía, la cual era extraída de una fuente pública ubicada en Broad Street.

Convencido de la teoría que había publicado, se dispuso a demostrar que la fuente era la responsable del brote a partir de un mapa que relacionaba los depósitos de agua contaminada (por materias fecales) con los lugares donde surgían los brotes. A este método lo llamaron epidemiológico, y cobra mucha importancia a lo largo de la historia siendo una herramienta científica para combatir enfermedades contagiosas.

¿Cómo lo hizo? Primero, compró un mapa con las calles de toda el área afectada, luego, empezó a visitar la casa de cada fallecido, uniendo los lugares con una línea negra. Una vez que completó el recorrido, el mapa resultante mostraba perfectamente las zonas en las que habían ocurrido más casos, estableciendo perfectamente un patrón. El resultado fue que la mayoría de las muertes se habían producido cerca de la fuente en Broad Street. Para completar su estudio, Snow entrevistó a familiares de algunos de los fallecidos que residían lejos de la susodicha fuente, y la explicación confirmó sus sospechas: todos acostumbraban beber agua al pasar por Broad Street.

Con todos esos datos, John Snow logró que las autoridades clausurasen la fuente, lo que evitó que la enfermedad continuara expandiéndose. Al final, se descubrió que la causa de la epidemia fue un pañal de un bebé enfermo, el cual había contaminado toda la fuente.

En 1855, un año después de la epidemia, Snow presentó un informe completo al comité oficial que investigaba el brote. De acuerdo a su estudio, más del 70 % de las muertes se habían producido dentro del área en la que estaba la fuente.

Científicamente, los estudios presentados por John Snow fueron el origen de la epidemiología moderna; esto es, el análisis evolutivo de una enfermedad en una comunidad humana y su propagación. A pesar de esto, la comunidad médica no aceptó de buen grado las conclusiones de Snow y fue hasta finales de los 60´s, cuando se logró el reconocimiento.

John Snow trató siempre de llevar una vida muy saludable. Era vegetariano, abstemio y siempre bebía agua tras filtrarla. Escribió un tema sobre la alimentación que no fue muy conocido titulado “En la adulteración del pan como una causa de raquitismo”.

La muerte lo sorprendió muy pronto, el 10 de junio de 1858 sufrió un derrame cerebral mientras trabajaba en su casa, a los 45 años. Fue enterrado en el cementerio de Brompton. Además de su nombramiento como Sir por la Reina Victoria, Snow recibió múltiples reconocimientos, el último de ellos fue, haber sido votado en 2003 por los médicos británicos como el más importante de todos los tiempos.

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