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Melanie Klein

El pensamiento psicoanalítico encaminado hacia una nueva dirección

Artículo por: Revista Potencial Humano

Melanie Klein fue una psicoanalista austriaca nacida en Viena el 30 de marzo de 1882, fue una mujer que destacó principalmente por desarrollar la Teoría de psicoanálisis de Sigmund Freud, siendo la pionera en la creación de las terapias psicológicas para niños.

Siempre había soñado con estudiar medicina, y cuando cumplió 16 años logró aprobar sus exámenes para ingresar a dicha carrera; desafortunadamente Melanie no imaginaba que estos planes se verían truncados, pues al año siguiente conocería a su futuro esposo Arthur Stevan Klein, primo segundo por parte de su madre, que en ese momento se encontraba estudiando ingeniería química en Zúrich.

En 1900 muere su padre Moriz Reizes, desencadenando una crisis para Melanie y su familia. Dos años más tarde muere su hermano Emmanuel a causa de un ataque cardíaco cuando solo tenía 25 años, pérdida que marcó a Melanie para toda su vida debido a que fue él quien la animó a que cumpliera su sueño de estudiar Medicina ayudándola a ingresar al Gymnasium de Viena, por lo que se entiende su vínculo.

Melanie se sintió culpable de la muerte de su hermano prácticamente toda su vida, aunque realmente Emmanuel sufrió de constantes fiebres desde los 12 años causadas quizá por los síntomas iniciales de una tuberculosis, estos problemas lo llevaron a dejar sus estudios académicos y llevar su vida por el camino del alcohol y las drogas.

Cuando Melanie cumplió 21 años se casó por fin con Arthur Klein, y, a decir verdad, la historia de este matrimonio resulta ser muy infeliz. Aunque tuvieron tres hijos, Melitta, Hans y Erich, la vida de Melanie no fue nada fácil, marcada por la muerte de seres muy queridos y provocándole varios episodios depresivos que por desgracia le desencadenaron un problema nervioso.

Es bien sabido que el ámbito personal nunca le sonrío y después de varios intentos de reconciliación, Melanie y Arthur se separaron. A ella no se le volvió a conocer una pareja estable a excepción de un amante, Chezkel Zvi Kloetzel, un hombre casado que al final huyó a Palestina por la violencia que tomó el movimiento antisemita en Europa. Esto la llevo a someterse a varios tratamientos psicoanalíticos en repetidas ocasiones, sin imaginarse que este problema de salud la llevaría a conocer lo que sería su verdadera vocación, pues dentro de los profesionales que la trataron se encontraba Karl Abraham.

En 1914, cuando empieza a interesarse por el psicoanálisis, su vida nuevamente se ve marcada por dos acontecimientos importantes, pues su esposo es llevado a la guerra y su madre muere de cáncer. En ese mismo año es sometida a varios análisis con Karl Abraham, quien resultaría ser intimo amigo de Freud.

Para 1918 tuvo la fortuna de escuchar a Freud leer el trabajo de Lines of Advance in Psychoanalitic Therapy en el 5º Congreso de Psicoanálisis en Hungría; este hecho motivó a que Melanie un año más tarde presentara el estudio que realizó sobre su hijo de 5 años a la Sociedad Húngara de Psicoanálisis, obteniendo como premio una membresía para asistir a esta organización.

Es hasta 1921 cuando empieza su verdadera carrera como psicoanalista infantil, momento en el que Melanie se traslada a Berlín. Estando ahí empezó a tratar niños, asistió a congresos internacionales y se convirtió en miembro de la Sociedad de Psicoanálisis de Berlín.

La relación amistosa que tenía con Ernest Jones la llevó a su ascenso profesional cuando publicó un artículo de Melanie The Development of a Child en el International Journal of Psychoanalysis, logrando que Karl Abraham y Freud se interesaran en su trabajo.

En 1926 se mudó a Londres y un año más tarde Melanie se consolida como psicoanalista y como referencia internacional en esta materia. En 1927 es elegida como miembro de la Sociedad Británica de Psicoanálisis y para 1932 ya se encontraba publicando su más importante trabajo, The Psychoanalisis of Children, logrando que se publicara en inglés y alemán.

Pero Melanie no imaginaba que el golpe más grande en su vida estaba por venir de parte de su propia hija Melitta Schmideberg, que, aunque en un principio seguía las ideas del psicoanálisis de su madre, pronto terminó convirtiéndose en aliada de Edward Gloer, con quien se dedicó a boicotear las teorías de su madre en las reuniones de la Sociedad Británica de Psicoanálisis. Esto llevó a que madre e hija nunca pudieran reconciliarse.

Para 1942 se crean dos grupos: los freudianos, conformados por Anna Freud y Melitta, entre otros, y el grupo de los Kleinianos. Los freudianos se dedicaron a atacar las teorías de Melanie llegando a poner en duda su formación como psicoanalista.

Dichos conflictos no se resolvieron hasta el año 1946, al formarse un grupo de conciliación dentro de la Sociedad que se dedicaba a armonizar las diferencias entre la teoría de Freud y de Klein.

Klein formó su propia escuela teórica sobre el psicoanálisis infantil y se convirtió en la primera psicoanalista europea en formar parte de la Sociedad Británica de Psicoanálisis, siendo la principal oponente de la hija de Sigmund Freud, Anna Freud. En 1960 es diagnosticada con anemia y unos meses después con cáncer de colon. Fue sometida a una operación que, aunque parecía haber sido exitosa, le trajo una serie de complicaciones, y el 22 de septiembre de ese mismo año muere.

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