Dafne Navarro /Coordinadora de Contenidos / Great Place to Work® México
Ha sido triste ver cómo las organizaciones tuvieron que decir adiós a muchos de sus colaboradores en los últimos meses. El desafío económico que está dejando la emergencia sanitaria se ha hecho sentir en una de las decisiones más difíciles para cualquier negocio, desvincular a las personas.
En el escenario más probable, se estima que los efectos del Covid-19 lleve a una tasa de desempleo del 9.31 por ciento, con cerca de más de 3 millones de pérdidas de empleo[1].
Por ello es importante que las organizaciones empiecen a implementar medidas urgentes, específicas y flexibles para ayudar a sus colaboradores
Los Mejores Lugares para Trabajar que desarrollan culturas organizacionales centradas en la persona y la alta confianza, han decidido apostar por medidas alternas antes de tomar la decisión de desvincular a los colaboradores.
Algunas prácticas que buscan mantener el empleo se dirigen hacia la disminución de las horas de trabajo, el ajuste de sueldo a todo el personal, esquemas de trabajo flexibles o trabajo a tiempo parcial. Pero cuando estas y otras medidas ya no son suficientes, será inevitable tomar la difícil decisión.
Una cultura de alta confianza permite que una organización se recupere más rápido de una crisis. De acuerdo con el estudio internacional de Great Place to Work®, después de la crisis del 2008, las empresas del Fortune 100 Best Workplaces lograron incrementar en tres veces más su retorno en acciones.
Esta ventaja se traduce en dos resultados: afianzar la confianza y recuperar el talento perdido.
Nada afecta más a una organización que la desvinculación de los colaboradores –sea cual sea la circunstancia– pues esto mermará en la confianza de las personas que se quedan y por consecuencia, en su productividad, compromiso, orgullo y potencial.
¿Quiere que su organización se hunda con la recesión?
Despida de manera inhumana a sus colaboradores y despreocúpese de recuperar ese talento.
Si la elección es distinta a lo anterior, estas
acciones ayudarán para que, cómo organización afiancen la confianza y recuperen
el talento perdido.Mantener una
comunicación constante y transparente. Esto contribuye a que los colaboradores
comprendan de qué manera la coyuntura está afectando a la organización.
Preparar a sus líderes para comunicar y escuchar. Se encontrarán mejor equipados para abordar temas difíciles cuando la desvinculación sea inevitable.
Proporcionar apoyo a los mandos medios. Capacitarlos en el manejo de las emociones para que puedan desarrollar resiliencia con aquellos colaboradores que permanecerán en la organización.
Destinar tiempo a la desvinculación. Permita que los colaboradores que se quedan procesen la situación y se acerquen a quienes se van, para despedirse.
Procurar un proceso justo.Al concluir la relación laboral, asegure una indemnización y si es posible, una prórroga en las prestaciones básicas.
Acompañar durante la transición. Ofrezca ayuda psicológica a los colaboradores desvinculados oincluso sesiones para la detección de oportunidades laborales.
Ofrecer opciones de empleabilidad. Desde material o asesoría para actualizar el currículum hasta la canalización de los excolaboradores a organizaciones cercanas.
Involucrar con los colaboradores. Para dejarles saber de qué manera la organización mantiene el cuidado de aquellos que partieron y compartirles siempre que se logre la colocación en el empleo de algunos de ellos.
Extienda la relación con los colaboradores desvinculados, porque es esta la oportunidad para posteriormente hacer que el talento vuelva a la organización.
La relación con un colaborador no tiene por qué terminar de forma abrupta después de una desincorporación. Es importante mantener contacto con ellos con el fin de:
- Verificar que se encuentren bien.
- Ponerlos al día acerca de cualquier nuevo contacto de empleo.
- Continuar ofreciéndoles aquellas prestaciones a las que todavía tienen derecho.
- Dejarles claro que podrán, siempre que sea sincera la afirmación, ser recontratados en el futuro, lo cual proporcionará cierto alivio emocional.
La manera como se manejen las desvinculaciones deja un sello permanente en la cultura de la organización. Por eso recomendamos ir más allá de lo que se espera, con apoyo y cuidado para los colaboradores. Hemos comprobado que los grandes lugares para trabajar que se encargan de crear un proceso de desvinculación humano, cercano, justo y solidario, están apostando por afianzar la confianza con los colaboradores que se queden. Además, siembran la posibilidad de que, en un futuro, podrían recuperar a aquellas personas a las que hoy tuvieron que decir adiós y que aún representan un valor positivo para la organización.
[1] México: efectos del Covid-19 en el mercado del trabajo, Aguilar Javier. Mayo, 2020.
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