Las células T podrían potenciar inmunidad ante nuevas variantes de coronavirus.
Por: Revista Potencial Humano
En una intensa carrera por combatir el coronavirus, los científicos estudian unas células en particular que podrían ser la llave de la inmunidad ante el Covid-19: las llamadas células T. Según los investigadores serían una especie de arma secreta que podría tener nuestro cuerpo contra el virus, pero ¿cómo funcionan estas células y cómo pueden protegernos contra el Covid-19?
Las células T son tan importantes como los anticuerpos para la defensa contra cualquier infección, son un tipo de células inmunitarias programadas para reconocer y recordar a cualquier antígeno, es decir, a cualquier sustancia extraña (ej. químicos, bacterias, hongos o polen) que invada nuestro cuerpo; también son llamadas linfocitos T y su principal objetivo es identificar y matar a estos invasores que infectan nuestras células. Hay billones de ellas en nuestro cuerpo y cada una tiene la capacidad de reconocer a un objetivo diferente.
Por ejemplo: cuando un cuerpo con presencia del virus de la influenza entra, hay una primera línea de defensa que incluye a los glóbulos blancos y las señales químicas que activan la alarma, y así el organismo sabe que tiene que iniciar con la producción de anticuerpos; puede tardar semanas, pero al mismo tiempo unos cuatro o cinco días después de la infección también se activan las células T, que empiezan a reconocer y a eliminar a las células infectadas con el virus, y si todo sale bien, se elimina el virus y empieza a haber una mejora hasta que se logra la cura completa.
Estas células T pueden vivir en nuestra sangre durante muchos años después de haber combatido a una infección, pues contribuyen a que el sistema inmune tenga una memoria a largo plazo que ayuda a nuestro organismo a combatir de manera rápida y efectiva enfermedades que hayamos tenido antes. Lo que han mostrado varios estudios es que la gente contagiada con Covid-19 asintomática o con síntomas leves tienden a tener células T que pueden atacar al virus. También se descubrió que algunas personas pueden dar resultados negativos para anticuerpos, pero positivo para estas células T capaces de reconocer al virus. Parece cada vez más claro que las células T podrían ser una fuente de inmunidad oculta al Covid-19, y es justo aquí donde es importante la memoria a largo plazo del sistema inmune, pues los científicos analizaron miles de muestras tomadas entre 2015 y 2018 cuando todavía no había comenzado esta pandemia y encontraron células T que pueden detectar proteínas en la superficie del nuevo coronavirus y así atacarlo, lo que significa que algunas personas ya tenían un grado de resistencia contra el nuevo coronavirus antes de que el virus saltara a los humanos, lo que lleva a los investigadores a pensar que los sistemas inmunes de estas personas aprendieron a reconocer al coronavirus después de enfrentarse en el pasado a otros virus como al del resfriado común, que tiene proteínas con superficies similares a las del nuevo virus.
Otro dato sorprendente de este estudio es que encontraron a estas células T capaces de combatir al virus en casi la mitad de las muestras analizadas, esto según los científicos, puede explicar el hecho de que haya personas infectadas de Covid-19 que no pasan de síntomas leves, y también según algunos expertos, podría explicar el hecho de que las personas mayores sean más vulnerables a la enfermedad, ya que a partir de los 30 años comienza a reducirse drásticamente la producción de células T.
Aunque según profesores investigadores en el área de inmunología, expertos en el estudio de estas células, esto todavía se está debatiendo. Además, existe un problema, pues se ha observado que en pacientes graves hospitalizados con Covid-19, las células T no han reaccionado como se esperaba y en un punto han comenzado a desaparecer, dejando al paciente sin protección. Los especialistas indican que evitar el daño de las células T representaría un gran avance para controlar la enfermedad.
Las células T se han convertido en un elemento clave para entender la enfermedad y también para la frenética carrera para producir una vacuna. Por ejemplo, la vacuna de la Universidad de Oxford se ha convertido en una de las más prometedoras porque ha generado anticuerpos y respuesta de las células T, es decir, una doble protección y se cree además que la respuesta de la célula T podría aportar una inmunidad más duradera que la de los anticuerpos.
Bien es cierto que todavía falta mucho camino por recorrer para llegar a una vacuna exitosa, pero según varios expertos, el hecho de que las personas hayan desarrollado las células T durante estos ensayos es una muy buena noticia, significa que a través de ellas el organismo puede identificar el virus y eventualmente podría eliminarlo.
Los científicos afirman que es un buen momento para el estudio de las células T.
“Hay una proporción significativa de individuos que cuentan con esta inmunidad de células T de reacción cruzada, proveniente de otras infecciones por coronavirus, que pueden tener algún impacto en cómo enfrentan el nuevo coronavirus.”
Indica el estudio.