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Más rápido, inteligente y humanista

“La mejor manera de predecir el futuro es crearlo”. Estas palabras del “padre del management”, el consultor y filósofo Peter Drucker, probablemente son la mejor respuesta que se puede dar cuando a uno le piden que adivine cómo será el futuro de la dirección de empresas en veinticinco años.
HBR_1

Colaboración por Franz Heukamp

En un un escenario donde los cambios se suceden a una velocidad vertiginosa, propiciados por constantes innovaciones tecnológicas, cualquier predicción parece

condenada a la rápida obsolescencia. Sin embargo, la reflexión merece la pena, porque nos obliga a recordar el verdadero rol de la dirección estratégica de empresas, que consiste más en “escribir” qué sucederá en los próximos años que en tratar de adivinarlo.

Vivimos tiempos de gran aceleración. La tecnología avanza a toda velocidad; las tendencias se extienden y se extinguen con más rapidez que nunca; y las empresas se ven obligadas a moverse cada vez más deprisa.

Un ejemplo claro de esta transformación pudimos verlo en la pospandemia: en solo un año el ritmo de adopción del teletrabajo se disparó desde ser una anomalía a convertirse en una opción muy extendida en las empresas. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España ya hay más de 3,1 millones de personas que teletrabajan de forma habitual u ocasional, una cifra que antes de la pandemia parecía imposible de imaginar.

Una de las principales causas de esta aceleración es el proceso de digitalización

que nos acompaña desde hace décadas y que afecta a todas las áreas de la empresa, desde la organización del trabajo a la producción o la comercialización de los productos y servicios. El creciente uso de las herramientas de la inteligencia

artificial promete pisar aún más el acelerador de estos cambios, con su gran capacidad para automatizar, aprender de lo anterior y, de manera revolucionaria, generar productos nuevos.

Aunque la velocidad de cambio nos puede dar miedo, existen motivos para ser optimistas: hoy en día sabemos mucho más sobre cómo gestionar en entornos de cambio y alta incertidumbre.

MACROTENDENCIAS

Existen dos macrotendencias que van a marcar el paso de los cambios en la economía y la sociedad: la sostenibilidad y la inteligencia artificial.

1 Sostenibilidad (en sentido completo). Se pone mucho énfasis en lasostenibilidad medioambiental, quesin duda tiene una importancia decisivapara asegurar el legado denuestro planeta a las futuras generaciones.A su vez, también debemosser capaces de abordar conurgencia los aspectos relacionadoscon la sostenibilidad de las personasque lo habitamos.

Cuestiones como la desigualdad, los efectos derivados de la baja natalidad y el aumento de la longevidad o la creciente diversidad social serán cada vez más importantes en nuestra sociedad. De hecho, ya estamos viendo que, cuando los líderes políticos no son capaces de integrar estos asuntos en sus agendas, aumentan

los conflictos y tendemos a la polarización. En mi opinión, estos temas deben entrar cada vez con más fuerza –y más allá de los departamentos específicos– en las decisiones de los consejos.

2 Inteligencia artificial. En muy poco tiempo la IA ha penetrado en las empresas, sobre todo en aquellos ámbitos intensivos en datos (finanzas, marketing digital, servicios de suministro…), en los cuales es fácil incorporar funciones de automatización y predicción. Pero esto es solo la punta del iceberg: la recién estrenada IA generativa abre paso a un nuevo paradigma que obligará a repensar

muchas áreas de la empresa, modelos de negocio, tareas, tipos de empleo y ¡quién sabe! si hasta nuestra relación con el trabajo.

Desconocemos qué nos deparará la generalización de la IA en la empresa, pero está claro que nos obligará a ahondar más en lo que las personas aportamos de forma diferencial. Y, en este sentido, el rol de la dirección, como guía capaz de hacerse

las grandes preguntas y aplicar el juicio crítico y la ética en las decisiones, será más importante que nunca.

MICROTENDENCIAS

Estas dos grandes tendencias traerán consigo repercusiones en el funcionamiento

de las empresas y, con ello, en la forma de dirigirlas. Partiendo de la investigación que están realizando algunos profesores del IESE, apunto tres aspectos que están

cambiando de manera significativa y transformarán radicalmente la dirección de empresas:

1Nuevos modelos de negocio impulsados por la IA. Pasaremos de un usode la IA como herramienta de automatizacióny asistente de tareassimples a aprovechar todas sus capacidadesde predicción, ejecuciónde tareas complejas y generación de

alternativas. Según el profesor Sampsa Samila, poco a poco veremos cambios en las distintas áreas de la empresa que conducirán a una “innovación sistémica”. Por otro lado, la IA nos está facilitando un conocimiento del consumidor sin precedentes.

Como explica el profesor José Luis Nueno, este salto se traducirá en nuevas formas de generar ingresos y en el desarrollo de productos y servicios mucho más personalizados, más acordes con la demanda del mercado y, seguramente, más rentables.

2 Integración de la sostenibilidad en la estrategia de la empresa. En losúltimos años se ha avanzado muchoen la medición y en la introducciónde incentivos y herramientas de gestiónde la sostenibilidad. Como estánviendo los profesores Robert Raney,Gaizka Ormazabal y PascualBerrone, el siguiente paso naturales que esta tendencia se refleje tambiénen los órganos de gobierno y,con ello, en la estrategia de las empresas.

3 Líderes más cohesionadores para organizaciones en transformación. Todos los cambios tecnológicos y deenfoque de la empresa llevarán auna redefinición de áreas enteras dela organización. El profesor SebastianReiche vaticina que seguiremostransitando hacia organizacionesmás planas e híbridas, en las que el

papel del directivo será esencial como elemento cohesionador. Necesitaremos

líderes empresariales dotados de inteligencia emocional y cultural, capaces de tender puentes y moverse a través de las complejidades de un mundo cada vez más polarizado.

HACIA UNA EMPRESA MÁS HUMANA

Aunque muchos aspectos de la gestión empresarial cambiarán inevitablemente

en las próximas décadas, algunos principios esenciales se mantendrán, firmes y atemporales, guiando a las organizaciones hacia un futuro más sostenible y equitativo.

El primero de ellos, y quizá el más trascendental, es la razón de ser de la empresa. Más allá de la lógica económica y la búsqueda de beneficios, la empresa tiene una función social que merece un protagonismo ineludible. En una sociedad cada

vez más consciente y conectada, los ciudadanos exigirán que las empresas

asuman responsabilidades en temas cruciales que afectan al bienestar colectivo, desde el medio ambiente hasta la inclusión social. Esta expectativa no es una moda pasajera, sino una llamada urgente que transformará la forma en que las organizaciones operan y se relacionan con su entorno.

El segundo principio que se mantiene es la naturaleza de la empresa como una comunidad de personas unidas por un propósito común. No importa cuánta tecnología o automatización adoptemos; las empresas seguirán siendo espacios de interacción humana, donde el desarrollo personal y profesional florece. En este sentido, las empresas no solo tienen la oportunidad de liderar la innovación, sino también de convertirse en agentes de cambio para una sociedad más humana. Al cultivar una cultura organizacional basada en el respeto, la empatía y el crecimiento

compartido, las empresas pueden ser una fuerza poderosa para el bien común.

Más allá de las metas comerciales y las innovaciones tecnológicas, las empresas que prosperarán en los próximos años serán aquellas que reconozcan la humanidad compartida de todos sus integrantes, que fomenten la dignidad y el respeto, y que sean un vehículo de esperanza y justicia para las personas. En un mundo cada vez más complejo, aquellas organizaciones que se comprometan a liderar con humanidad serán las que dejen una huella duradera y positiva, tanto en la sociedad

como en el mercado.

En definitiva, el futuro de la empresa no solo reside en su capacidad para adaptarse a los cambios, sino en su habilidad para conectar, inspirar y transformar a las personas. Es esa la dirección hacia donde debemos encaminarnos.

Artículo por: Franz Heukamp; Director general de IESE Business School. [Archivo digital] Recuperado de: https://www.harvard-deusto.com/mas-rapido-inteligente-y-humanistaEste artículo es meramente informativo. No pretende ser o parecer de autoría propia de revista Potencial Humano. Los derechos pertenecen y son únicamente de HBR HarvardDeusto.com. Los créditos de dicho artículo están expresados claramente en el mismo. Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Revista Potencial Humano

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